No importa lo que hagas: siempre estará mal[]
Yo estaba en Italia con mi maestro espiritual, colectando dinero para cumplir mi sueño: irme a vivir dos años a Vrindavan, en el norte de la India, a estudiar «filosofía» «védica» (sic, por doctrina vaisnava)[1] y sánscrito. Pero los devotos de mi país le comunicaron que en el templo había problemas, que había decaído mucho el ánimo de todos los devotos. Mi presencia ayudaría a levantarla, ya que generalmente era yo quien hacía los kirtanas (cantos en congregación) y sacaba a los devotos a hacer harinām (el canto y baile por las calles). Entonces mi guru me dijo que yo no iría a Vrindavan sino que volvería inmediatamente a Centroamérica. Yo acepté inmediatamente, de buena voluntad.
Pero al día siguiente, después de meditar un poco, entendí la importancia que tenía para mí el obedecer la orden del maestro, que esa tapasya (austeridad) sería muy buena para mi avance espiritual, más aun que ir a la tierra sagrada de Vrindavan (lo cual es la meta de todo devoto). En un momento en que estaba en la habitación de mi guru le dije:
―Está bien, Śrīla Gurudeva, tiene razón en que me vaya a Costa Rica: quizá no estoy listo para vivir en Vrindavan.
Él en ese momento sonrió de una manera muy dulce y me agradeció mi comprensión. Yo pensé que por fin estaba comprendiendo un poco los deseos de mi guru. Pero al día siguiente, cuando él me estaba maceando no me acuerdo por qué tontería, me dijo:
―Realmente tú no aceptaste la orden del maestro espiritual, sino que viste tu conveniencia: «Quizá no estoy espiritualmente listo para vivir en Vrindavan».
Notas[]
- ↑ Utilicé comillas en «filosofía» «védica» porque las doctrinas vaisnavas no son filosofía sino religión. La filosofía es un ejercicio del pensamiento, algo que para los vaisnavas es mera especulación. Los devotos utilizan la palabra «filosofía» debido al prestigio que tiene este concepto, pero si supieran exactamente a qué se están refiriendo, posiblemente lo rechazarían. El término «filosofía vaisnava» es un oxímoron. Las doctrinas vaisnavas tampoco son védicas: los devotos ni siquiera han ojeado alguna vez el Rig-veda. En él no hay doctrina, solo oraciones muy anodinas (peores que las oraciones que aparecen en el Antiguo testamento de la Biblia) dirigidas a los dioses.
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